sábado, 8 de octubre de 2011



Sugiero no dejar las cosas en el quicio:
o dentro
............. o fuera...

Así sabremos siempre donde estar

21 comentarios:

Manuel dijo...

Yo, personalmente, opto con respecto a tí por estar siemrpe dentro... y sea lo que dios quiera.

Y si es con poemas como este, mejor que mejor.

Un beso.

Paloma Corrales dijo...

Sugerencia que encierra toda una filosofía de vida a pesar de su aparente sencillez.

Como una densa gota de esencia.

Un besazo.

Laura Caro Pardo dijo...

Admiro profundamente tus brevedades aparentemente sencillas y a todas luces certeras.
No caben medias tintas.
O estamos o no estamos.
Un beso gigante y agradedecido.
Te quiero, Rosa.

Nelken Rot dijo...

Querida mía,

Eres esencia, no es novedad.

Un placer destapar los quicios en domingo y dejar los que nos huelen a vinagre en la distancia.

Así todos navegamos la paz.

Un abrazo con poncho.

Nel

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Tomo nota y me uno a tu sabio consejo. El gris es color de tormenta, o blanco o negro.
Besos, Rosa.

La Solateras dijo...

Puese yo sin embargo, salvo en el caso de Manuel, creo que la vida está llena de ambigüedades.

En cualquier caso, buen poema para reflexionar.

Un abrazo

Nines Díaz Molinero dijo...

Interesante sugerencia y poema, Rosa, aunque he de confesar que a mi siempre me han atraído los "quicios" de las puertas...

Un beso

Pilar dijo...

La incertidumbre de no saber donde se está no puede durar continuamente, a veces es entretenida pero...
Me gusta mucho Rose.
Un beso

Rosa dijo...

Gracias por tu comentario y tu opción cariño... Allá tú, luego no digas que no te lo advertí (jajaja!)

Un beso

Rosa dijo...

Querida Paloma, gracias por tu comentario.

A veces es necesario saber donde estamos para poder regresar en el caso preciso.

Un abrazo mi niña

Rosa dijo...

Laurita cielo, gracias por esa admiración que es mutua y mucho más después de esa noche mágica en la que decidiste quedarte dentro de un Sidecar algo enloquecido, pero lleno de gente especial y adorable.

No podía ser de otra manera: te guiñó su faro seductor desde la primera sonrisa.

Es un privilegio haberte encontrado mi niña....Yo también te quiero.

Un abrazo

Rosa dijo...

Querida Nelken, el placer ha sido mío al encontrarte tan cerca de pesar de esa distancia, a veces necesaria, para poner una pausa en nuestra vida.

Me encanta navegar a tu lado en una paz que a veces no se deja mantener.

Un besazo con ese sol que te recuerda y se escapa un poquito a tu lado

Rosa dijo...

Gracias Terly por unirte y por venir.

A veces tras una pequeña tormenta llega esa calma imprescindible para mirar atrás y seguir.

UN beso

Rosa dijo...

Que vivan las ambigüedades, Ana querida, pero que nos dejen volver siempre a nuestro ser, o aún mejor, que no nos alejen de él.

Gracias por estar y por decir… Te quiero, ya sabes.

Veinte besos; diez desde cada lado de este quicio.

Rosa dijo...

Gracias Nines por tu apoyo y tu cariño… A mí también me atraen algunos quicios, aunque si me dieran a elegir, preferiría no tener que poner puertas.

Un besazo grande

Rosa dijo...

Gracias Pilar cariño. Estoy contigo, un poco de incertidumbre, como el sufrimiento, despierta las mentes dormidas. La clave está en despertar a tiempo.

Ha sido un placer compartir contigo este finde tan tranquilo (jajaja!).

Un beso con ilusión de verte en La Lobera.

Cris Gª. Barreto dijo...

Querida Rosa:

Realmente, leo los comentarios y todos tienen una vertiente muy positiva. Al igual que Ana y valga de chiste no me apunto al agudo comentario de Manuel, que, por cierto, me parece genial.

Pues sí, aquí hay una enorme reflexión excelentemente sintetizada y que, por su puesto, deja bien claro el mensaje principal. Al cual me apunto.

Recibe mi estima y admiración.
Besos,
Cris.

Elvira Daudet dijo...

Querida Rosa:

Tu propuesta es tan esencial como necesaria para echar a andar; nada menos que saber donde estamos: dentro, fuera o mediopensinitas protegidos por el quicio. Yo elijo la calle y el aire libre.

Mil besos, preciosa.
Elvira

Emilio Porta dijo...

Así, como la que no quiere la cosa. En esa poesía directa y sintética, que tanto me dice y que es, a veces, como un latigazo de inteligencia. No hay término medio a veces. Aunque otras veces nos toque lidiar la vida en medio. Es cuando nos encontramos a mitad del puente colgante sobre el vacío y el viento lo mueve inesperadamente. Estamos dentro, en el límite del abismo. Y la única seguridad es aferrarnos a la endeble certidumbre de un suelo de cáñamo. Dice y hace pensar tantas cosas tu poema...Es un pensamiento tan fuerte y tan claro...Cada vez más pensamiento. Y mejor dicho. Bueno, hace mucho tiempo ya que todo lo dices bien en Poesía. Y con personalidad. Apabullante.

Mila Aumente dijo...

Muy buena sugerencia, Rosita. Hecha desde esa visión poética de tu inconfundible sello.
Particularmente, prefiero estar dentro. Eso sí, con todas las puertas, las mentales y las otras, de par en par.

Besitos.

Alejandro Pérez García dijo...

Querida Rosa, yo también prefiero lo que sugieres. No me gustan los quicios. Lo malo es que a veces no sabes donde colocar cada situación. Por ejemplo, un político de estos que no dejan de meternos la mano en el bolsillo (para trincar, claro) ¿dónde le ponemos? DENTRO de la cárcel o FUERA del ministerio. Lo mejor sería en los dos sitios ¿no? Pero no hay Ley.

Nunca me dejes fuera de tu lista. Besos, simpática.

Alex