lunes, 28 de diciembre de 2009

VA POR TI

A veces las palabras cuestan más que una sonrisa. Hoy leo la crónica de Manuel y siento el egoísmo de mi autocompasión tan injusto, que decido respirar hondo (como siempre hicieron los valientes o aquellos que -tanto da- tras el dolor, descubren que no hay punto de apoyo mayor que su propia fuerza), levantar la cabeza y ponerme a escribir, porque os lo debo y creo que me lo debo a mí misma.

En tan solo una semana he volado desde un sueño, para aterrizar en esa parte de la realidad, en la que no nos preparan nunca para caer. En la que no sirve chaleco salvavidas ni oxígeno para volver a respirar.


Algo así como el Drama y la Comedia, en una obra donde no me siento espectadora.

Pero hoy, leyendo a Manuel, siento una vez mas, su generosidad; su saber mirar, por encima de cualquier placer vano y disfrutar, cada segundo, de todo lo que merece la pena en esta vida... y recuerdo cuántas cosas quedan aún por hacer... y es entonces cuando decido recoger mis lágrimas y mi hatillo de recuerdos para volver a ponerme en pie y entender con ternura, que este viaje que termina, como el del Mar Rojo, mereció la pena vivirlo y debe formar parte de mis dulces recuerdos.
Gracias por compartir cada momento. ¡VA POR TI!