miércoles, 18 de noviembre de 2009



Imagina una noche sin espanto…
sin la mirada de Dios
..........................buscándote la espalda



19 comentarios:

Manuel dijo...

De verdad: mo era necesaria ni una letra más para decirlo todo.

Mis felicitaciones más enamoradas por este poema que me queda tan cercano.

Un beso.

Enrique Gracia Trinidad dijo...

Ya te lo dije: No se puede decir más con menos. ¡Extraordinario!
Rendido a tus pies.
Enrique

Soledad Serrano dijo...

Estoy en la cola para rendirme a tus pies Rosa Temprana. Hoy te añoro especialemnte, Soledad

Alejandro dijo...

Rosa, con tantos maestros a tus pies, sólo me atrevo a retirarme con discreción, leer otra vez tu poema y ver cómo se erizan mis mechones plomizos. Así obra ese universo de sentimientos, que tú condensas en tan pocas palabras.

Gracias por emocionarme.

Alejandro

Unknown dijo...

Pero Rosa... es que...espero que no te aburras nunca de que te digamos lo mucho que nos gustas!! porque este es un poema especial.
Besos mil!!

Anónimo dijo...

Es cierto, Rosa. Dices mucho en pocas palabras. Y consigues que la imaginación de tus lectores se ponga en acción; la mía ya está funcionando.

Un beso.

Mila

Anónimo dijo...

ja,ja,ja
ja,jaja
jajaja...


Qué dificil es parir...


Manda cojones...!!!

Rosa dijo...

Es un placer leeros, de veras... Mira que me mimáis. Gracias Manuel, Enrique, Sol, Alejandro, Pilar, Mila y hasta tú Anónimo escondido, por tus risas, que alegran la lectura con o sin....

Un beso a casi todos

Anónimo dijo...

Dios que todo lo ve...veía incluso los pecados...qué severa carga de infancia...cuánto miedo en vez de amor...qué alivio cuando nos perdonaba...qué pena, qué espanto, qué absurdo, qué tristeza...
Ahora he comprendido que no necesitamos a Dios para ser buenos.
Y por eso, le dejo con su blancas barbas meditando su existencia y cómo justificar el hambre, la enfermedad, los terremotos, incluso la muerte... y prefiero leerte, Rosa.
Un beso.

Port

Rosa dijo...

Te echaba de menos Emilio (mira que soy egoista ¿eh?), porque a mí me pasa igual que a tí... prefiero leerte.

Gracias por hacerme sentir tu abrazo.

Un beso grande

La Solateras dijo...

No te conozco pero da lo mismo. Un gran poema inteligente y sensible como pocos.

Rosa dijo...

Es un placer tenerte en mi blog Solateras. Yo sí te conozco, y siempre a través de gente tan especial como Enrique, Sol y Manuel. Ya puedes imaginar las cosas buenas que me han contado de tí. Entre ellas, que eres una gran escritora; algo que he podido confirmar, porque te leo a menudo en el blog. Gracias por tu comentario y por venir. Un beso

Javier dijo...

Hola Rosa, cada palabra tuya es un dardo certero en el centro del corazón.
Un beso

steve redwood dijo...

Esa me recuerda a Gerald Manley Hopkins, poeta (y cura) genial pero siempre sufriendo (¿por su inteligencia?) y viendo a Dios casi como si fuera un enemigo..
Estoy de acuerdo con tus amigos, pocas palabras, gran impacto. Y eso que soy totalmente ateo.

Manuel dijo...

Steve, aqui todos somos ateos por la gracia de Dios (que diría mi padre).

Precisamente por eso nos sucede - como a ti, creo - que podemos imaginarnos esa noche sin espanto... y sin Dios.

Rosa dijo...

Javier el dardo en el corazón se me clava a mí cuando no te encuentro (jajaja!). Gracias por estar y por leerme.

Un beso, de corazón

Rosa dijo...

Bienvenido Steve. Es un placer recibirte en nuesta casa de Escritores en Red. Espero que vuelvas de vez en cuando, cuando tus clases y tus libros te permitan. Como dicen Manuel, aquí (casi todos) somos ateos por la gracia de Dios)

Gracias por tus palabras. Un beso

Leo Zelada dijo...

Me guste este texto.

Rosa dijo...

Muchas gracias Leo, una vez mas, por venir a visitarme y por tus palabras.