Hace apenas unos meses, leía en el blog de Javier Ribas, un proyecto, tan generoso como él, pero tan complicado, que me costaba creer que fuera realizable.
He asistido a su esfuerzo y su ilusión, a lo largo de estos casi cinco meses. Me admiraba ver como iba consiguiendo un relato, cada vez que alguien levantaba la mano –virtualmente, claro está-. Desde cualquier rinconcito de tu blog, aparecía Javier diciendo –por escrito, por supuesto- aquello de: “te pillé. Ahora no tienes mas remedio que enviarme tu relato”. Para entendernos… eso de “aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid”. Y lo consiguió; ¡vaya si lo consiguió!. Consiguió incluso que, sin ningún pudor, le enviara un relato mío; perdón, no “un relato”, sino “mi relato” o algo similar, porque no he escrito ninguno más en mi vida.
Vamos, que aunque ha sido arropado con el cariño de siempre por Santiago Solano, y animado por alguno más (gracias querido Javier por hacerme uno de tus mosqueteros: es un todo un privilegio), puedo asegurar que ATMOSFERAS no habría salido nunca adelante, si no fuera por la ilusión y el amor que ha puesto Javier en este proyecto.
Dice en uno de sus renglones -muy rectos- de la introducción al libro, que ha firmado con la humildad e inocencia de un niño que escribe su primer cuento: “No hay nada más bonito en este mundo que tener un sueño y hacerlo realidad: si este libro está en tus manos, es que el mío se ha cumplido”
Y yo añado: bienvenido a este sueño tan hermoso.
He asistido a su esfuerzo y su ilusión, a lo largo de estos casi cinco meses. Me admiraba ver como iba consiguiendo un relato, cada vez que alguien levantaba la mano –virtualmente, claro está-. Desde cualquier rinconcito de tu blog, aparecía Javier diciendo –por escrito, por supuesto- aquello de: “te pillé. Ahora no tienes mas remedio que enviarme tu relato”. Para entendernos… eso de “aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid”. Y lo consiguió; ¡vaya si lo consiguió!. Consiguió incluso que, sin ningún pudor, le enviara un relato mío; perdón, no “un relato”, sino “mi relato” o algo similar, porque no he escrito ninguno más en mi vida.
Vamos, que aunque ha sido arropado con el cariño de siempre por Santiago Solano, y animado por alguno más (gracias querido Javier por hacerme uno de tus mosqueteros: es un todo un privilegio), puedo asegurar que ATMOSFERAS no habría salido nunca adelante, si no fuera por la ilusión y el amor que ha puesto Javier en este proyecto.
Dice en uno de sus renglones -muy rectos- de la introducción al libro, que ha firmado con la humildad e inocencia de un niño que escribe su primer cuento: “No hay nada más bonito en este mundo que tener un sueño y hacerlo realidad: si este libro está en tus manos, es que el mío se ha cumplido”
Y yo añado: bienvenido a este sueño tan hermoso.
Gracias Javier.
Os dejo a continuación la introducción y los datos del libro, por si os apetece compartir el sueño de Javier Ribas.
(para el que quiera comprarlo, os recuerdo nuestra web: http://www.erabradomin.org)
(para el que quiera comprarlo, os recuerdo nuestra web: http://www.erabradomin.org)
3 comentarios:
Bueno, Rosa,¿qué puedo decir? que "los mosqueteros" tenemos un Javier común, y que me encanta este proyecto, y me hace mucha ilusión.
Y que así, sin conocer a Javier fisicamente, " me atrevo a todo lo que proponga". Besos mosquetera!
Rosa, lo bonito de todo esto es que nos hace inmortales. A los 100 escritores. Estamos ya juntos para siempre. ¿Lo has pensado?
Sé que dentro de 5000 años, cuando se ponga de moda otra vez el relato breve, alguien redescubrirá todo esto y hará que volvamos a la vida. Porque estará todo tan adelantado que ya no sólo a partir de un gen, sino de una idea plamada en papel, los científicos podrán hacernos renacer.
Así que creo qeu aún no nos hemos dado cuenta de dónde nos hemos metido. Je.
Gracias por tus las bellísimas palabras que me has dedicado.
Un besazo.
Javier
Javier, por Dios!: no me asustes... Creo que no volveré a escribir nada de nada en la vida, sea que a algún loco, dentro de 5000 años, se le ocurra resucitarme a partir de una de esas ideas descabelladas que se me ocurren por las noches.
¿Os imaginais el engendro?
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