Querida mía: gracias por enseñarme a valorar las cosas sin adornos. Así es como escribes.
Cuando vemos una película como esta, con toda la frialdad que podamos hacerlo, debemos ver el paisaje, las gentes, el entorno... La religión manipulada por intereses que no quiero calificar.
No es de extrañar que en mitad de la nada, un Mulá advenedizo, un alcalde cobarde y un marido sin escrúpulos, puedan dictar leyes tan terribles sin que les tiemble el labio inferior.
Es la esencia atroz de los humanos en estado puro.
Con aires de greguería nos brindas otra obra de arte, Rosa. Lapidación, esa palabra que deja tan mal sabor de boca, resulta que es la voz que agrupa (reúne, congrega, concita, amontona, aborrega…) a unos innombrables para perpetrar una animalada. Es una voz que, por definición, mal-dice. Está todo dicho, maestra.
5 comentarios:
Querida Rosa,
Acabo de ver la película entera, antes no había podido sacar las dos horas y media que dura.
Todavía estoy temblando.
Un beso
Querida mía: gracias por enseñarme a valorar las cosas sin adornos. Así es como escribes.
Cuando vemos una película como esta, con toda la frialdad que podamos hacerlo, debemos ver el paisaje, las gentes, el entorno... La religión manipulada por intereses que no quiero calificar.
No es de extrañar que en mitad de la nada, un Mulá advenedizo, un alcalde cobarde y un marido sin escrúpulos, puedan dictar leyes tan terribles sin que les tiemble el labio inferior.
Es la esencia atroz de los humanos en estado puro.
Gracias.
Escueto, impactante… certero. Gracias por obligarnos a mirar.
Besos y abrazos.
Con aires de greguería nos brindas otra obra de arte, Rosa. Lapidación, esa palabra que deja tan mal sabor de boca, resulta que es la voz que agrupa (reúne, congrega, concita, amontona, aborrega…) a unos innombrables para perpetrar una animalada. Es una voz que, por definición, mal-dice. Está todo dicho, maestra.
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